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POR QUÉ ELEGIR ENTRE EL BIEN Y EL MAL: LAS CONSECUENCIAS DE NUESTROS ACTOS El docente invita a los alumnos a observar detalladamente la imagen: El bien y el mal de Víctor Orsel (Museo de Bellas Artes Lyon, Francia) (Disponible, también, en PPT: La Conciencia - Ed. Media, diapositiva 4). Guía de observación: - Traduce las palabras escritas en latín (con la ayuda de un traductor online). - ¿Cómo se relacionan los conceptos entre sí? - ¿Qué personajes observas en la obra? R. Jesús, San Miguel Arcángel, Satanás, ángeles, unas jóvenes. - ¿Qué símbolos reconoces? ¿Qué significan? R. Balanza (justicia: sopesar obras buenas y malas), Cruz (salvación (Cristo nos salvó de las consecuencias de nuestras malas obras por su muerte en la cruz), calavera (muerte), espinos (mal destino, etc.), ramas con hojas (fecundidad), cadenas (esclavitud, périda de la libertad), ojo (providencia, la mirada de Dios), libro (la ley de Dios, su Palabra), escudo y espada de San Miguel (defensa en contra del mal y el demonio), cuerno del demonio (llamado a la tentación), etc. - ¿Cómo se relacionan los símbolos entre sí? - ¿Qué ocurre en las escenas? - ¿Cómo se relacionan las escenas entre sí? - ¿Cuál crees que es el mensaje que el autor quisiera transmitir? Se trata de una obra en la que Víctor Orsel no pretendía seguir ningún mandato religioso, sino dar una enseñanza moral mediante el uso del simbolismo, es la oposición del vicio y la virtud; es una gran obra de carácter moral y cristiano. *La obra da para gran análisis y reflexión. Para una mayor profundización del simbolismo de la obra recurrir a links adjuntos. En base al contenido del cuadro explicar que cada uno de nuestros actos tiene consecuencias. Las obras buenas nos regalan felicidad a nosotros y a los demás, y, las obras malas, nos quitan esa felicidad a nosotros y a quienes nos rodean, aunque en "apariencia" nos regalen felicidad momentánea. De ahí la importancia de actuar siempre a conciencia optando por el bien en toda circunstancia, pues de eso depende nuestra felicidad. Y esa felicidad, no solo aquí en la tierra, sino sobre todo en el cielo, en nuestra vida eterna.