Imagen: Cristo de San Juan de la Cruz (Dalí).

Este material es parte de la ficha didáctica "La búsqueda de Dios en la Literatura Universal" (Religión en la literatura), disponible en recursos asociados.

DIOS EN EL ESCENARIO ARTÍSTICO MODERNO Una de las mayores problemáticas modernas en torno a la Fe es el alejamiento o distorsión de Dios en la cultura y las artes. A este proceso se le llama secularización de la cultura. “Secularización” viene de la palabra “Seculum” = siglo. A modo general, la cultura actual ya no sirve a Dios y la vida eterna, sino que se preocupa solo del presente, de “este siglo”, sin un sentido de trascendencia. Primero se propone comparar las imágenes: “El regreso del Hijo Pródigo” (Rembrandt, 1662) y “God” (Freytag-Loringhoven y Morton, 1917) (Link y actividad adjunta en recursos asociados). Luego, se presenta el “Cristo de San Juan de la Cruz” (1951) de Salvador Dalí (Disponible, también, en Ppt: La búsqueda de Dios en la literatura universal, en recursos asociados). Con ella se concluye que Dios sigue estando presente en el panorama creativo de la modernidad, pues la Fe tiene algo que decir en todas las épocas. Preguntas: - ¿Qué representa el cuadro? - ¿Cómo son los colores de la pintura, y como se distribuyen en la obra? - ¿Qué diferencias existe en esta obra con un crucifijo más tradicional? ¿Qué me llama la atención? - ¿Qué elementos crees que permiten decir que se trata de arte moderno? A las respuestas que salgan de estas preguntas, se puede complementar explicando como allí se conjugan técnicas modernas y verdades religiosas: La perspectiva (una técnica típicamente moderna) que visualiza la imagen desde arriba representa la visión que tiene Dios Padre desde el cielo de la muerte de su Hijo. El triángulo de la cruz es la Santísima Trinidad, donde la cabeza de Cristo es el centro. Jesús tiene el pelo corto y no la clásica melena de la época en palestina, para representar a un hombre más moderno. El acento está puesto en la victoria de Jesucristo sobre la muerte, por ello su musculatura es tan proporcionada, carece de clavos, corona de espinas y heridas en el cuerpo. Así se representa la gloria del Señor. Por otra parte, Dalí quiso que la muerte de Jesús, enmarcada en negro, diese paso a colores claros y alegres en la parte inferior de la pintura, que representan la resurrección derramada sobre el cielo y la tierra (por ello, el cielo está debajo de Jesús mismo). Esta obra religiosa es uno de los mayores exponentes de la vanguardia del surrealismo.