Formato Video
Tema LA FE QUE CREEMOS
Subtema Creo en el perdón de los pecados
Ciclo Educación Básica (9 a 12 años)
Este video es parte de la ficha "La confesión: un regalo de Dios", disponible en recursos asociados.
Actos del penitente en el sacramento de la confesión El docente invita a los alumnos a ver el video 3: "La confesión" (Catholic Stuff - 8 min 31 seg). Puede mostrarlo por partes, deteniéndose en cada "paso de la confesión" para comentarla con los alumnos o pedirles que, en la medida que avanza el video, vayan tomando apuntes para luego comentar. A continuación el contenido de los cinco pasos para una buena confesión: 1.- Examen de conciencia (1:52): Conviene examinarse y revisar en qué cosas pudimos haber ofendido a Dios. Es un modo de preparar la recepción del sacramento. Para hacer un buen examen, puede servir preguntarnos en qué hemos fallado ya sea en pensamiento, palabra, obra u omisión en torno a los mandamientos y las bienaventuranzas. También nos puede ayudar tomar nota para que en el momento de la confesión no olvidemos nada. No tener miedo de enfrentarnos con aquellas cosas que no hemos hecho bien, Dios está dispuesto a perdonarnos todo, y tiene muy claro que somos débiles necesitados de su ayuda. Por eso se alegra cuando recurrimos a Él, pidiendo perdón y fortaleza. Ahí actuamos como hijos y así el puede actuar como Padre. 2.- Contrición, dolor de nuestros pecados (2:53) Se refiere al dolor de los pecados, es decir, arrepentimiento interior por haber ofendido a Dios. Si el arrepentimiento es verdadero y brota del amor a Dios, podemos decir que hay contrición perfecta. La contrición es el dolor por haber hecho sufrir a alguien que amamos. Eso es lo que hacemos cuando pecamos, 'herimos' a quien más nos ama. Solo debemos recordar a Jesús crucificado y ver cuánto dolor tuvo que soportar por nuestra culpa, por los pecados que hemos cometido. En ese momento nos duele el corazón y queremos pedir perdón arrepentidos. 3.- Confesión de los pecados El punto 1456 del Catecismo de la Iglesia dice: "En la confesión, los penitentes deben enumerar todos los pecados mortales de que tienen conciencia tras haberse examinado seriamente, incluso si estos pecados son muy secretos y si han sido cometidos solamente contra los dos últimos mandamientos del Decálogo (cf Ex 20,17; Mt 5,28), pues, a veces, estos pecados hieren más gravemente el alma y son más peligrosos que los que han sido cometidos a la vista de todos". Es necesario, por lo tanto, decir siempre todos los pecados mortales, de lo contrario no quedan perdonados los pecados confesados (siempre y cuando los haya callado en conciencia, sabiendo que debería confesar ese pecado). No es estrictamente necesario confesar los pecados veniales, pero sí que está muy recomendado, pues la confesión nos entrega gracias especiales para superar más concretamente los pecados confesados y así perfeccionarnos aún más en el Amor, fortaleciendo nuestra vida interior. 4.- Propósito de enmienda Es el firme propósito, por parte del penitente, de no volver a pecar. Y en caso de que hayan pecados que hayan causado daño al prójimo, es necesario hacer lo posible por repararlo (por ejemplo, restituir las cosas robadas, restablecer la reputación del que ha sido calumniado, compensar las heridas). 5.- Penitencia El penitente no solamente recibe el perdón diciendo sus pecados, también deberá cumplir una penitencia que el sacerdote imparte. Esta debe ser una pequeña forma de colaborar en la "expiación" (reparación) de nuestros pecados que ya han sido expiados por Cristo en la cruz. Lo más común es que el sacerdote dé como penitencia una oración, aunque también podrían ser obras de misericordia, servicios al prójimo, privaciones voluntarias, sacrificios, etc.