Descripción

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Este material es parte de la ficha didáctica "Las Parábolas de Jesús: La oveja perdida”, disponible en recursos asociados.

Guía de Uso

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Invite a los estudiantes a conocer la parábola en la cual se inspira la pintura que acaban de analizar a través de un video. 📹 Video: Parábola de La oveja perdida (2.14 min) 💡Después de ver el video, invitemos a los estudiantes a comparar las actitudes de los personajes de la Parábola de la Oveja Perdida y la película Buscando a Nemo: (Las respuestas incluidas contienen los argumentos base a los cuales debieran llegar sus estudiantes) • ¿Como podríamos comparar la parábola de la oveja perdida con la historia de Buscando a Nemo? La preocupación y búsqueda de un ser querido, sin importar los esfuerzos ni peligros. • ¿Qué personajes tienen similitudes entre sí? Papá de Nemo con el Pastor, Nemo con la oveja perdida. • ¿Qué características tienen en común el papá de Nemo con el Pastor de la parábola? Valentía, amor verdadero, dejan todo para ir en busca de su ser amado, vuelven felices da haberlos encontrado. 📓A continuación retome la profundización en la parábola. Lectura de la parábola (incluida en la presentación de la clase): Lucas 15, 1-7 Luego de leer la lectura, comente con ellos los detalles de la parábola para guiar su reflexión: 💡Para profundizar la parábola con sus estudiantes: En esta lectura nuevamente los maestros de la ley y los fariseos hablan en contra de Jesús por su forma de relacionarse con todas las personas sin excluir a los que ellos consideran gente pecadora. Las razones por las cuales los maestros de la ley y los fariseos perseguían a Jesús son variadas: veían amenazada su autoridad y prestigio, Jesús buscaba el espíritu de la ley enfocado en el bienestar de las personas y no en su interpretación estricta ya que por sobre la ley para Jesús estaba la compasión y la misericordia. Jesús enseñaba con autoridad y la gente que lo seguía comenzaba a admirarlo cada vez más. Jesús en algunas ocasiones reprendió en público a los maestros de la ley y fariseos por poner la ley antes que el amor al prójimo. Los maestros de la ley consideraban a Jesús blasfemo por decir que perdonaba pecados, porque no guardaba la pureza ritualista al entablar amistad con personas consideradas pecadoras en la sociedad judía de su tiempo Ejemplos bíblicos: 1. Crítica a la hipocresía: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de desenfreno" (Mateo 23:25). 2. Sanación en sábado: "Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Es lícito en sábado hacer bien o hacer mal; salvar la vida o quitarla? Pero ellos callaban. Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y su mano fue restaurada" (Marcos 3:4-5). 3. Perdón de pecados: "Al ver Jesús la fe de ellos dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?" (Marcos 2:5-7). En resumen, los maestros de la ley y los fariseos veían a Jesús como una amenaza a su autoridad, a sus interpretaciones de la Ley, y a su control sobre el pueblo. Las enseñanzas y acciones de Jesús desafiaban el estatus quo religioso y social de su tiempo, provocando una fuerte oposición por parte de estos líderes religiosos. En la sociedad del tiempo y pueblo histórico de Jesús, la palabra “Pecador” es usada para designar a las personas que no viven ni guardan los preceptos de las leyes judías, pero también denominaban pecadores a los más pobres, marginados, enfermos, la palabra tenía también una connotación social. Sobre el análisis de la parábola, el papa Francisco la enseñó con mucha pedagogía en su catequesis de la audiencia general del 04 de mayo del año 2016: “Conocemos todos la imagen del Buen Pastor que carga sobre sus hombros a la oveja perdida. Desde siempre esta imagen representa la solicitud de Jesús hacia los pecadores y la misericordia de Dios que no se resigna a perder a ninguno. Jesús cuenta la parábola para hacer comprender que su cercanía a los pecadores no debe escandalizar, sino, al contrario, provocar en todos una seria reflexión acerca de cómo vivimos nuestra fe. El relato presenta, por una parte, a los pecadores que se acercan a Jesús para escucharlo y, por otra, a los doctores de la ley, los escribas sospechosos que se alejan de Él por este comportamiento suyo. Se alejan porque Jesús se acercaba a los pecadores. Eran orgullosos, eran soberbios, se creían justos. Nuestra parábola se desarrolla alrededor de tres personajes: el pastor, la oveja perdida y el resto del rebaño. Quien actúa, sin embargo, es sólo el pastor, no las ovejas. El pastor, por lo tanto, es el único auténtico protagonista y todo depende de él. Una pregunta introduce la parábola: «¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va a buscar a la que se perdió hasta que la encuentra?» (v. 4). Se trata de algo paradójico que lleva a dudar acerca del modo de obrar del pastor: ¿es sabio abandonar a las noventa y nueve por una sola oveja? Y, por lo demás, sin la seguridad de un rebaño sino en el desierto. Según la tradición bíblica el desierto es lugar de muerte dónde es difícil encontrar alimento y agua, sin amparo y bajo la amenaza de las fieras y de los salteadores. ¿Qué pueden hacer noventa y nueve ovejas indefensas? La paradoja, de todos modos, sigue diciendo que el pastor, al encontrar a la oveja, «la pone contento sobre sus hombros, y llegando a casa convoca a los amigos y vecinos, y les dice: Alegraos conmigo» (vv. 5-6). Parece, por lo tanto, que el pastor no regresa al desierto para recuperar a todo el rebaño. Dedicado a esa única oveja parece olvidar a las otras noventa y nueve. Pero en realidad no es así. La enseñanza que Jesús quiere darnos es más bien que no se puede dejar que ninguna oveja se pierda. El Señor no puede resignarse ante el hecho de que incluso una sola persona pueda perderse. El modo de obrar de Dios es el de quien va en busca de los hijos perdidos para luego hacer fiesta y alegrarse con todos por haberlos encontrado. Se trata de un deseo incontenible: ni siquiera noventa y nueve ovejas pueden detener al pastor y tenerlo encerrado en el redil. Él podría razonar así: «Hago un cálculo: tengo noventa y nueve, he perdido una, pero no es una gran pérdida». Él, en cambio, va a buscar a esa misma, porque cada una es muy importante para él y esa es la más necesitada, la más abandonada, la más descartada; y él va a buscarla. Estamos todos avisados: la misericordia hacia los pecadores es el estilo con el cual obra Dios y a esa misericordia Él es muy fiel: nada ni nadie podrá apartarlo de su voluntad de salvación. Dios no conoce nuestra cultura actual del descarte, en Dios esto no tiene lugar. Dios no descarta a ninguna persona; Dios ama a todos, busca a todos: ¡uno por uno! Él no conoce la expresión «descartar a la gente», porque es todo amor y misericordia.” 📓 A continuación, proyecte la lámina con la lectura de la parábola (está en la presentación de la clase), para que puedan leerla mientras se inicia la conversación con las siguientes preguntas y puedan desarrollar la guía de apoyo a la clase: (Las respuestas incluidas contienen los argumentos base a los cuales debieran llegar sus estudiantes) • ¿Por qué los maestros de la ley y los fariseos murmuraban en contra de Jesús? Porque decían que se juntaba con publicanos y pecadores. • ¿De qué manera responde Jesús a las habladurías de los maestros de la ley y fariseos? Con la enseñanza de la parábola de la oveja perdida. • ¿Quiénes son los personajes de la parábola? Pastor, oveja perdida, 99 ovejas. • ¿Cuál es la actitud del pastor al darse cuenta de que le faltaba una oveja? Deja las 99 ovejas restantes y va en búsqueda de la oveja que se le perdió. • ¿Qué hace el pastor cuando encuentra a su oveja perdida? La toma y la coloca sobre sus hombros y al llegar con ella invita a los demás a alegrarse con el y hacer fiesta porque encontró a la oveja que se le había perdido. • ¿Qué le dice Jesús a quienes le escuchan, al terminar la parábola? Que esa alegría que sintió el pastor al encontrar a su oveja es la alegría que hay en el cielo por una persona pecadora que se arrepiente que por 99 justos que no necesitan arrepentirse o cambiar de vida. • Según la enseñanza de la parábola: ¿A quién representa la oveja perdida? A la persona que se arrepiente de sus pecados y errores, a quienes se dan cuenta que se alejan de Dios. • ¿Cómo crees que se sentía la oveja perdida antes y después de ser encontrada por el pastor? Antes: asustada, con temor, triste Después: contenta, feliz, tranquila, segura • Según la enseñanza de la parábola: ¿A quién representa el pastor? A Jesús el Buen Pastor. • ¿Qué enseñanza crees que nos deja esta parábola? Dejar libre expresión a sus estudiantes y luego guiar las respuestas hacia el amor incondicional de Dios por todos sus hijos.

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• Video: Parábola de la oveja perdida