Conocer el origen y entender la necesidad de la Confesión para el cristiano. Entender la Confesión como manifestación de la Misericordia de Dios Conocer y comprender los actos del penitente Conocer y comprender los efectos de la confesión en el penitente
INICIO: Para comenzar la clase, se puede mostrar el Video 1: "El Rey León" Se pregunta a los niños si conocen la película y las circunstancias que muestra la escena. La idea de este video es introducir el concepto de 'voluntad debilitada' del hombre, que por la conscupiscencia ofende constantemente a Dios. ¿Por qué Simba se metió en ese lío? ¿Cuál fue la consecuencia de su desobediencia? En el video se puede ver a Simba, hijo del Rey Mufaza, que a pesar de haber sido advertido de que no debía acercarse al lugar de las hienas, lo hace. Lo que le ocurre a Simba, muchas veces nos pasa a nosotros, que desobedecemos los mandatos de amor de Dios y con nuestra desobediencia terminamos ofendiéndolo y poniéndonos en peligro. Sin embargo, nuestro Padre Dios, siempre llega en nuestra ayuda si se lo pedimos. Él siempre está dispuesto a ayudarnos y perdonarnos, aunque nos hayamos portado mal, pues él ve nuestro corazón y sabe si nuestro arrepentimiento es sincero o no. Se pregunta a los alumnos ¿Cómo podemos obtener el perdón de Dios cuando nos hemos portado mal? ¿Cómo podemos estar seguros de que nos ha perdonado? El docente capta las ideas previas de los alumnos, las anota en la pizarra y les señala que la clase de hoy tratará sobre el sacramento de la "confesión", puerta a la misericordia de Dios. Leen juntos los objetivos de la clase. DESARROLLO: TEMA I: Origen y necesidad de la Confesión La introducción puede servir para a explicar la necesidad de la Confesión. El sacramento de la confesión es necesario ya que, si bien, con el sacramento del bautismo hemos nacido a la vida de la gracia al borrarnos el pecado original, este sacramento no suprime la fragilidad y la debilidad de la naturaleza humana, ni la inclinación al pecado (conscupiscencia). Es decir, las personas, después de bautizadas, seguimos pecando, con nuestras propias fuerzas, somos incapaces de permanecer fieles a Dios. El hombre, aunque no quiera, en mayor o menor medida, peca y se aleja de Dios. Es por esto que Dios nos deja la confesión, como sacramento de purificación de nuestra alma, obteniendo a través de este medio, su perdón. Pregunta abierta al curso: Concretamente, ¿Cuándo y quién comienza a perdonar los pecados? El origen de la confesión está en JESÚS. Es Jesús mismo quien comienza a perdonar los pecados, pues al ser Hijo de Dios, tiene esa potestad y ejerce su poder divino al decirle a muchas personas en su paso por la tierra: “Tus pecados están perdonados” (Mc 2, 5; Lc 7, 48). Preguntas para la clase: 1.- ¿Recuerdan alguna situación concreta de la vida de Jesús en que haya perdonado los pecados? La idea es que los alumnos mencionen distintas situaciones en que Jesús perdonó los pecados (para ejemplificar se puede leer Lc 7, 36-50; donde se narra cómo Jesús perdona los pecados de una mujer). 2.- ¿Cómo podían estar seguras las personas que rodeaban a Jesús que no era un farsante y realmente tenía el poder de perdonar los pecados? R: Por los milagros que hacía Jesús. Pues, eran manifestaciones extraordinarias, sin ninguna explicación humana, que fortalecía la fe de los testigos e invitaban a creer que Jesús era verdaderamente Hijo de Dios y tenía el poder de perdonar los pecados (se puede dar el ejemplo del paralítico Mc. 2, 1-12). 3.- Si es Jesús quien perdona los pecados... ¿Por qué nos confesamos con un sacerdote? YOUCAT (150): Jesús no sólo perdonó él mismo los pecados, también confió a la Iglesia la misión y el poder de librar a los hombres de sus pecados. Mediante el ministerio del sacerdote se concede al pecador el perdón de Dios y la culpa queda borrada tan completamente como si nunca hubiera existido. Esto lo puede realizar un sacerdote sólo porque Jesús le hace partícipe de su poder divino de perdonar los pecados. Pregunta para la clase: - ¿En qué escena del evangelio se puede ver que Jesucristo entrega el poder de perdonar los pecados? Respuesta: En un pasaje del evangelio que se denomina el primado de Pedro, Jesús le dice a Pedro: "A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16,19). Cuando dice: “lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”, se refiere a la potestad otorgada de perdonar los pecados de los hombres. Pero Jesús, entrega el poder de perdonar los pecados de manera más formal, cuando, resucitado de entre los muertos, se les aparece a sus discípulos y les dice: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les son perdonados; a quienes se los retengáis, les son retenidos (Jn 20, 22-23). De este modo queda instituido el sacramento de la penitencia. IMAGEN: Ahora bien, es importante mencionar que quien perdona los pecados no es el sacerdote, sino que el mismo Jesucristo a través del sacerdote. Para transmitir esa idea, se mostrará la imagen "Confesión" (Tommy Canning Art). Se les dará a los alumnos un minuto para que vean la imagen y opinen ¿Qué idea pretende transmitir la imagen? La respuesta a la que en conjunto se debería llegar es que en la confesión es Jesús mismo quien se hace presente en el sacerdote que confiesa. Él, por el sacramento del orden, es un "alter Christus", "otro Cristo" que representa a Jesús frente a nosotros cuando nos confesamos. TEMA II: ¿Qué es la confesión? Para acercar más la confesión a los niños se les invita a ver el video 2: CATEQUIZIS 32 | MI PRIMERA CONFESIÓN | Juan Manuel Cotelo (6 min 35). Aunque el video tiene una estética infantil es llamativo, entretenido y claro para cualquier edad. - ¿A qué se refiere Juan Manuel Cotelo cuando habla de la basura? R: A nuestros pecados - ¿A qué se refiere cuando habla de casa? R: A nuestro corazón - ¿Cómo podemos limpiar nuestra casa interna? R: Con la confesión - ¿Qué hay que hacer antes de ir a confesarse? R: Hay que preparase bien recordando qué cosas hay en nuestro corazón que lo han manchado un poquito (pecados). - ¿Qué basuritas podemos encontrar en nuestro corazón? R: palabras feas, mentiras, malos pensamientos, malas acciones, las cosas que no hemos hecho... - ¿Cómo puedo deshacerme de todas esas basuras? R: Contándolas al sacerdote en la confesión. TEMA III: El hijo pródigo - La confesión como manifestación de la misericordia de Dios Actividad: Recurso: Imagen - El retorno del hijo pródigo, Murillo. Óleo sobre lienzo -Barroco español (1668), 236 x 262 cm) 1.- Mostrar imagen. Preguntar a la clase: - ¿Cuántas personas ven en la imagen? - ¿Quiénes son los personajes más importantes de la imagen? - ¿Cómo los describirías? - ¿Qué están haciendo? - ¿Qué parábola de Jesús representa? La respuesta esperada: la parábola del hijo pródigo. 2.- Pedir a alguien del curso que cuente en qué consiste esta parábola o leer el episodio bíblico mientras contemplan la imagen (Lc. 15, 11 - 32). 3.- Pedir a los alumnos que en un post-it escriban una palabra que se logre relacionar con esa parábola. Lo ideal es que aparezca la palabra MISERICORDIA o alguna en torno a ella. Seguramente los alumnos anotarán: perdón, arrepentimiento, pecado, amor, hijo, padre. 4.- Pegar los post-it en la pizarra e ir comentando y relacionando las palabras. Preguntar: En la parábola contada por Jesús sobre el hijo pródigo... - ¿A quién representa el hijo? Respuesta esperada: A cada uno de nosotros - ¿A quién representa el padre? Respuesta esperada: Al Padre Dios - ¿Qué quiere transmitir Jesús con esta parábola? Orientar la respuesta a: La Misericordia de Dios. Dios, es un Padre Bueno, que nos perdona y nunca nos deja de amar. Respeta nuestra libertad y nuestras decisiones, y está siempre dispuesto a recibirnos toda vez que nosotros volvamos a su encuentro sinceramente arrepentidos. El padre respeta la decisión de su hijo, en ningún minuto va en búsqueda activa de él, pero siempre está esperando su regreso, confiando que su hijo recapacite. Esta parábola, nacida del mismo Jesús que es Dios, es perfectamente aplicable a la confesión. Dios, es muy consciente de nuestra flaqueza, tiene claro que los hombres le fallamos, pero nunca nos niega su Amor. De hecho, nos deja el sacramento de la confesión para que nosotros, cuando queramos, volvamos a pedir perdón. De este modo, al igual que con el hijo pródigo, Dios nunca se cierra a abrirnos las puertas de la gracia si es que la hemos perdido. Para finalizar esta sección de la clase, se escuchará la Canción 1 "Perdón Señor", con el fin de ejemplificar el arrepentimiento y el amor del Padre Dios. Se pedirá a los alumnos que escuchen la letra atentamente y anoten la frase que encuentren más significativa. Al finalizar el docente pide a algunos que compartan sus frases y les pregunta por qué las eligieron, qué les pareció la canción y qué piensan que busca transmitir. ¿Se puede relacionar la letra de alguna manera con la imagen del Hijo Pródigo? Traigo Señor otra vez, Vengo a pedirte perdón pecados pesan en mi no fue caer mi intención y busco tu redención pero me vuelvo a tus brazos abiertos vuelvo y me amparo en Ti. y encuentro el abrigo en tu amor. Coro: Perdón Señor mas tu sabes bien que soy débil, perdón si cuando te vi pasar, la vista bajé y te ignoré. Me duele más mas que por temor mis errores, me duele porque de ti Señor solo amor recibí y aunque cayera una y mil veces más yo se que mi amor mirarás. TEMA IV: Actos del penitente en el sacramento de la confesión El docente invita a los alumnos a ver el video 3: "La confesión" (Catholic Stuff - 8 min 31 seg). Puede mostrarlo por partes, deteniéndose en cada "paso de la confesión" para comentarla con los alumnos o pedirles que, en la medida que avanza el video, vayan tomando apuntes para luego comentar. A continuación el contenido de los cinco pasos para una buena confesión: 1.- Examen de conciencia (1:52): Conviene examinarse y revisar en qué cosas pudimos haber ofendido a Dios. Es un modo de preparar la recepción del sacramento. Para hacer un buen examen, puede servir preguntarnos en qué hemos fallado ya sea en pensamiento, palabra, obra u omisión en torno a los mandamientos y las bienaventuranzas. También nos puede ayudar tomar nota para que en el momento de la confesión no olvidemos nada. No tener miedo de enfrentarnos con aquellas cosas que no hemos hecho bien, Dios está dispuesto a perdonarnos todo, y tiene muy claro que somos débiles necesitados de su ayuda. Por eso se alegra cuando recurrimos a Él, pidiendo perdón y fortaleza. Ahí actuamos como hijos y así el puede actuar como Padre. 2.- Contrición, dolor de nuestros pecados (2:53) Se refiere al dolor de los pecados, es decir, arrepentimiento interior por haber ofendido a Dios. Si el arrepentimiento es verdadero y brota del amor a Dios, podemos decir que hay contrición perfecta. La contrición es el dolor por haber hecho sufrir a alguien que amamos. Eso es lo que hacemos cuando pecamos, 'herimos' a quien más nos ama. Solo debemos recordar a Jesús crucificado y ver cuánto dolor tuvo que soportar por nuestra culpa, por los pecados que hemos cometido. En ese momento nos duele el corazón y queremos pedir perdón arrepentidos. 3.- Confesión de los pecados El punto 1456 del Catecismo de la Iglesia dice: "En la confesión, los penitentes deben enumerar todos los pecados mortales de que tienen conciencia tras haberse examinado seriamente, incluso si estos pecados son muy secretos y si han sido cometidos solamente contra los dos últimos mandamientos del Decálogo (cf Ex 20,17; Mt 5,28), pues, a veces, estos pecados hieren más gravemente el alma y son más peligrosos que los que han sido cometidos a la vista de todos". Es necesario, por lo tanto, decir siempre todos los pecados mortales, de lo contrario no quedan perdonados los pecados confesados (siempre y cuando los haya callado en conciencia, sabiendo que debería confesar ese pecado). No es estrictamente necesario confesar los pecados veniales, pero sí que está muy recomendado, pues la confesión nos entrega gracias especiales para superar más concretamente los pecados confesados y así perfeccionarnos aún más en el Amor, fortaleciendo nuestra vida interior. 4.- Propósito de enmienda Es el firme propósito, por parte del penitente, de no volver a pecar. Y en caso de que hayan pecados que hayan causado daño al prójimo, es necesario hacer lo posible por repararlo (por ejemplo, restituir las cosas robadas, restablecer la reputación del que ha sido calumniado, compensar las heridas). 5.- Penitencia El penitente no solamente recibe el perdón diciendo sus pecados, también deberá cumplir una penitencia que el sacerdote imparte. Esta debe ser una pequeña forma de colaborar en la "expiación" (reparación) de nuestros pecados que ya han sido expiados por Cristo en la cruz. Lo más común es que el sacerdote dé como penitencia una oración, aunque también podrían ser obras de misericordia, servicios al prójimo, privaciones voluntarias, sacrificios, etc. TEMA V: Efectos de la confesión YOUCAT: La confesión reconcilia al pecador con Dios y con la Iglesia. El segundo después de la absolución es como... una ducha después de hacer deporte, el aire fresco tras una tormenta de verano, el despertar en una radiante mañana de verano, la ingravidez de un submarinista... En la palabra «reconciliación» está contenido todo: estamos de nuevo en paz con Dios. El principal efecto de la confesión es que recuperamos la gracia de Dios y por lo tanto nos reconciliamos con la Iglesia. Esta reconciliación llena de paz interior al penitente y le da fuerza espiritual para la lucha cristiana. Recibimos también gracias especiales para poder combatir de mejor manera las tentaciones en materia de los pecados confesados. Finalmente se reproducirá la Canción 2: "Pablo Cifuentes - Tu me miraste" (4 min 27 seg - escuchar hasta 2:30) Con ella se pretende demostrar a los niños cuál es la sensación que se siente en el corazón después que nos confesamos. Se les pide a los alumnos que se fijen en qué aspectos de la canción se nota la alegría del hijo que se siente amado por el Padre. También se les pide que tomen notas de las frases que revelan ese sentimiento. Respuestas esperadas: La canción es alegre y tranquila como el corazón de un niño. Algunas frases son: "Tu miraste mi Señor, me miraste con amor... sin importar como era yo"; "como un niño que busca a su papá, así yo te busco para que me puedas abrazar" "quedarme contigo fue lo mejor que me pudo pasar" "llenas mi vida y mi corazón". CIERRE La clase se puede cerrar con una competencia utilizando el cuestionario "Sacramento de la Confesión" de Quizziz, con ello buscamos recoger lo aprendido en esta clase.